Chile experimentó un incipiente inicio en la acuicultura entre 1856 y 1915, con la introducción de especies exóticas para pesca recreativa tales como,  truchas, carpas y pejerreyes. En aquella época personas como Federico Albert, Tomas Urmenta, Isidora Goyenechea y Julio Besnard, introdujeron peces provenientes principalmente del hemisferio norte. Posteriormente, por gestión estatal, entre los años 1921 y 1973 se produce la introducción del salmón Coho o Plateado en forma  experimental. Con el avance de la industria desde 1974 a la fecha, pero con énfasis a partir de 1990, la gestión industrial y la apertura de mercados internacionales, permitieron implementar  nuevas tecnologías y sistemas de mejora en  la industria acuícola.

En la búsqueda constante de diversificar y hacer más sustentable la acuicultura en Chile, encontramos varias iniciativas y proyectos en camino, alguno de ellos en estado de producción avanzada y otros en etapa piloto preindustrial.  Nos referimos a iniciativas presentes en la zona centro y norte de nuestro país, que trabajan con  tecnologías de cultivo asociadas a las especies como Turbot y  la Seriola.

El Turbot (Scophthalmus maximus) es una especie de pez plano, de carne fina apetecido por mercados internacionales principalmente europeo, esto presenta un especial interés comercial para ser reproducido y engordado en Chile.

El cultivo de Seriola lalandi también conocida como vidriola o palometa es liderado por la empresa privada con el apoyo de CORFO, ello ha permitido obtener los primeros peces cultivados en sistemas de recirculación (RAS) a lo largo de todo su ciclo reproductivo y en un ambiente controlado. Esta especie es de interés para la industria debido a su rápido crecimiento (entre 13 a 14 meses para alcanzar un peso de 5 kg), alto valor en el mercado y a que es una especie conocida a nivel mundial. También se han hecho pruebas piloto de engorde en mar, con promisorios resultados.